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Las excavaciones arqueológicas la Font de la Figuera se preparar para recibir visitas

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09 jul, 2018

Las excavaciones arqueológicas que lleva a cabo el Museu de Prehistòria, perteneciente al Área de Cultura de la Diputació de València, en L’Altet de Palau, en la Font de la Figuera, concluye este mes de julio con novedades y proyectos para el futuro uso público del yacimiento.

El diputado de Cultura, Xavier Rius, y el alcalde de la localidad, Vicente Muñoz, han visitado el yacimiento para conocer la evolución de la campaña de excavación. El museo, según Rius, “desarrolla una labora de gran valor allí donde trabaja en la recuperación de muestras y datos que perfilen la vida de nuestros antepasados. Además, muchos de estos objetos se incorporan posteriormente a las colecciones del museo, el principal referente arqueológico valenciano”.

El pasado 25 de junio comenzaron las excavaciones arqueológicas en L’Altet de Palau, en la Font de la Figuera. Se trata de un poblado de la Edad de Bronce, excavado desde 2005 por el Servicio de Investigación Prehistórica y el Museu de Prehistòria de València. La duración prevista de la presente campaña es de tres semanas, es decir, hasta el 14 de julio. En la actualidad, después de más de diez años de trabajo y con más de tres cuartas partes del poblado ya excavadas, son prioritarias las medidas de conservación y protección de las estructuras, dada su fragilidad. Es por eso que, desde el Museu de Prehistòria, como ya se ha hecho en otros yacimientos valencianos, están previstas diferentes actuaciones encaminadas a preservar un interesante legado arquitectónico y arqueológico, así como a garantizar su futuro uso público: con una señalización adecuada, plafones informativos y visitas guiadas.

Objetos del Bronce tardío

El asentamiento está situado en la confluencia de tres corredores de comunicaciones: el valle del Vinalopó, el corredor de la Costera y el puerto de Almansa. Con unas dimensiones aproximadas de 1200 m², se encuentra ubicado en acicate rocoso limitado por escarpaduras en casi todo su perímetro, a excepción de la zona que comunica con un pequeño otero, L’Arbocer, espacio dedicado a actividades metalúrgicas donde se encontró un conjunto de objetos de metal fechado en el Bronce tardío, como hachas, punzones, cinceles, puñales, pulseras y aretes.

Los habitáculos de L’Altet de Palau

Las campañas de excavación en L’Altet de Palau se iniciaron en 2005 y continúan en la actualidad, habiéndose localizado diferentes estructuras de habitáculos y áreas de trabajo: de moltura, de almacén, de metalurgia, así como una calle, muros y bancos de piedra, suelos empedrados, el trazado de un gran muro perimetral que formaría parte del sistema de defensa del poblado, y el acceso al mismo.

Además de las estructuras excavadas en la roca, a modo de cubetas, descubiertas en las campañas de 2015 y 2017, entre los materiales recuperados se encuentran cerámicas, restos de fauna, instrumental lítico, como los dientes de hoz de sílex, y algunos objetos metálicos de bronce; diferentes elementos de barro cocido como los pesos de telar cilíndricos y otras piezas de barro aún por determinar su función.

La cronología del poblado se sitúa en momentos avanzados de la Edad del Bronce, hacia la mitad del II milenio a. C. Las dataciones efectuadas sobre muestras de cereal carbonizado han proporcionado los siguientes datos: 3120 +/-40 BP, calibrada entre 1460 y 1310 años antes de nuestra era, y 3120 +/-30BP, calibrada entre 1440 y 1320 años antes de nuestra era. Cronología avalada igualmente por la presencia de bronces entre los restos metálicos, por las técnicas de construcción empleadas, por la cerámica, los pesos del telar y otros elementos de la cultura material.

Sociedad agrícola y ganadera

Por lo que respecta a sus bases económicas, la agricultura estaría centrada en el cultivo de cebada, también se confirma la presencia de rebaños de ovejas y cabras, además de algunos perros, cerdos, etc. Toros y caballos realizarían tareas de carga. También se ha documentado la caza de ciervos y conejos, complementaria de la dieta cárnica. En cuanto a la vegetación, en los alrededores del yacimiento habría especies arbóreas como la encina y el pino, utilizadas en la construcción, y también matorrales brezos, leguminosas, lentisclo y ginebras; robles, fresnos y sauces. El descubrimiento de restos humanos inconexas en la zona de la calle abre la posibilidad de reconocer el ritual funerario practicado en el yacimiento.

Los trabajos efectuados en ambos yacimientos –L’Arbocer i L’Altet de Palau- han permitido conocer y valorar adecuadamente un interesante asentamiento con muralla y una posible torre, que muestra un urbanismo incipiente y un espacio específico para la actividad metalúrgica.

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