Cultura
32 carrozas desfilarán en el acto, tripuladas por diferentes asociaciones festivas y ciudadanas.
La Gran Feria de Valencia cierra su programa de actividades con la Batalla de Flores, un acto que la Junta de Gobierno aprobó el pasado viernes solicitar a la Generalitat Valenciana para que lo declare BIC inmaterial y en el que este año se lanzarán un total de dos millones de claveles.
Además de los diseños de los carrossers, se incorporan otros artistas falleros y diseñadores que aportan su perspectiva en colaboración con estos, de forma que a nombres consolidados y de larga trayectoria familiar como Azpeitia, Guaita, Carrero o Sánchez, se añaden nombres como los de Marina Puche, Ceballos y Sanabria o Paco López, aportando diseños que renuevan el estilo de las carrozas con nuevos referentes plásticos y creativos.
En este sentido, el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, ha destacado “la labor de los artistas falleros y carrossers para conseguir cada año una mejor y más vistosa Batalla de Flores, así como el hecho que cada vez más diseñadores se interesan para incorporarse al diseño de las carrozas”.
En el acto desfilarán 32 carrozas y 9 coches ligeros, tripulados por miembros de varias asociaciones festivas y ciudadanas: preseleccionadas a la Corte de Honor de 2017, representantes de los distintos sectores de la Junta Central Fallera, la reina de las fiestas de Castelló, la Bellea del Foc de Alicante, altares de San Vicente, la asociación Jarit, el Ateneo Mercantil, o las fiestas populares de Patraix y San Marcelino, entre otros.
El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, ha explicado como “la Batalla de Flores se abre con un cortejo encabezado por la Policía Municipal de gala y a caballo. Después, empieza la cabalgata valenciana, que consta de música de tabal y dulzaina, seguida de portadores de joies i pomells, y de grupas de parejas ataviadas con vestidos a la antigua”. A continuación, cómo ha apuntado Fuset, “empieza el desfile de las carrozas y los coches ligeros. Después de una segunda vuelta en que se entregan los premios a las mejores carrozas y coches, se dispara una carcasa anunciadora”. Es en ese momento cuando “de veres” empieza la Batalla de Flores, consistente en el intercambio de claveles a manera de proyectiles entre las carrozas, los coches y el público, lucha que acabará con el disparo de una segunda carcasa.
El regidor ha valorado que, “a pesar de que la Gran Feria de Valencia ha experimentado fases de reestructuración, en las últimas décadas, la Batalla de Flores ha conservado su preeminencia dentro de la Feria, porque, además de clausurarla, ha mantenido vivo buena parte de su antiguo espíritu popular”.
UN ACTO CON HISTORIA
Introducida en 1891 por iniciativa de Pasqual Frígola, barón de Cortes de Pallás, empezó a celebrarse en el paseo de la Alameda, a imitación de unos combates lúdicos parecidos que se celebraban con gran esplendor en Niza, en la Costa Azul, durante sus fiestas de Carnaval, y que después también se exportarían a otras ciudades europeas y españolas. Rápidamente, la Batalla de Flores se convirtió en el cortejo más distinguido y a la vez popular de la Gran Feria, y se configuró como un gran hito social y un espectáculo para el conjunto de la ciudad. De hecho, la Batalla de Flores se mantuvo como uno de los principales actos festivos y sociales de la era dorada de la antigua Feria, que transcurre entre finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX.