CULTURA FESTIVA SOLICITA LA DECLARACIÓN DE LA BATALLA DE FLORES COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL

Este año se celebrará la edición que hace 126 de este acontecimiento

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado la propuesta del regidor de Cultura Festiva, Pere Fuset, para instar a la Dirección general de Patrimonio de la Generalitat a declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial la Batalla de Flores de Valencia, que el año pasado celebró su 125º aniversario.

La Batalla de Flores es desde 1891 el festejo culminante de la Gran Feria de València. Se celebra al Paseo de la Alameda, entre los puentes del Real y de la Mar, lugar tradicional de paseo para la burguesía local y donde celebraban, además, veladas, tertulias, bailes y festejos. Su origen se encuentra en batallas parecidas que se hacían en localidades del sur de Francia, como por ejemplo Niza.

Como la Gran Fira, en general, la Batalla de Flores se consolidó y se convirtió en el festejo por antonomasia de las celebraciones en la ciudad durante el mes de julio al conseguir atraer a muchas personas de fuera de la ciudad. Prueba de su consideración como gran fiesta popular y uno de los principales atractivos de la Gran Fira de València era la destacada relevancia iconográfica de los carteles anunciadores.

“Cómo en sus orígenes, la Batalla de Flores es una celebración muy vistosa y participativa, con una gran elegancia estética y un marco urbano espléndido”, ha destacado Fuset, para quien la proyección de modernidad que aportaba la celebración a sus orígenes continúa vigente con una imagen atractiva que dice mucho cómo somos los valencianos y las valencianas y cómo es nuestra ciudad”. Además, ha puesto en valor que sea un acto central de una celebración muy importante para la ciudad, como es la Gran Fira, desde la vertiente social, pero también económico y cultural.

La Batalla de Flores, que celebrará este año su 126ª edición, cuenta con un elevado componente patrimonial al concentrar el trabajo de artistas falleros y carroceros en la construcción de carrozas artísticas, la ornamentación floral y el ritual de la batalla floral festiva, además de la interacción entre las personas que desfilan y el público